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Matilde Hidalgo de Procel

Matilde Hidalgo de Procel fue una pionera ecuatoriana en los campos de la medicina, la política y el activismo por los derechos de las mujeres y los niños. Se destacó como la primera mujer en Ecuador en obtener un título de bachiller y la primera en graduarse como doctora en medicina.

En 1924, se convirtió en la primera mujer en América Latina en votar, rompiendo barreras significativas en una época en que los derechos políticos de las mujeres eran prácticamente inexistentes. Además de su carrera médica, Matilde fue una activa política y una firme defensora de la educación y el acceso a la medicina para mujeres y niños, dejando un legado duradero. Su vida y sus logros siguen siendo una fuente de inspiración para las nuevas generaciones.

Esta es una marca registrada para certificar el contenido existente sobre Matilde Hidalgo de Procel. Esta marca fue creada por los descendientes directos de Matilde.

Vida y trayectoria profesional

Primeros años y educación

Matilde Hidalgo primeros niveles educativosMatilde Hidalgo de Procel nació el 29 de septiembre de 1889 en Loja, Ecuador, en una familia humilde. Su madre, Carmen Navarro, quedó viuda poco antes del nacimiento de Matilde, lo que la llevó a asumir la responsabilidad de criar a sus seis hijos sola. Desde temprana edad, Matilde mostró una gran curiosidad intelectual y un deseo de aprender, algo desafiante para las niñas de su época, quienes generalmente estaban destinadas a labores domésticas y al cuidado del hogar. La determinación y el apoyo inquebrantable de su madre fueron fundamentales para su educación temprana.

Matilde ingresó a la escuela primaria en Loja, donde destacó por su inteligencia y dedicación. Gracias a su buen comportamiento y gran capacidad intelectual, fue escogida como auxiliar de enfermería para ayudar a las monjas a asistir a los enfermos en el Hospital de la Caridad. Seguramente su voluntariado en el Hospital fue determinante en su vocación para convertirse en médica. Al finalizar la primaria, desafiando las normas sociales y culturales de la época, su deseo de continuar sus estudios se encontró con una barrera: la educación secundaria estaba reservada exclusivamente para varones. Matilde, con el apoyo de su familia, solicitó admisión al Colegio Bernardo Valdivieso, una prestigiosa institución educativa para hombres. A pesar de la oposición inicial y el escepticismo de la comunidad, su solicitud fue aceptada, y el 8 de octubre de 1913, Matilde se convirtió en la primera mujer en obtener el título de Bachiller en Ecuador.

Carrera Médica

Después de su graduación de la secundaria, Matilde Hidalgo se trasladó a Quito para perseguir su sueño de convertirse en médica, en un tiempo en el que la educación superior para mujeres era prácticamente inaccesible. Se matriculó en la Universidad de Central de Quito, donde se le negó la matrícula, sin embargo, luego de trasladarse a Cuenca, consiguió entrevistarse con el entonces director, Honorato Vázquez, quien luego de realizar su evaluación, le concedería la matriculación a la Universidad del Azuay. A pesar de la oposición y el escepticismo de muchos de sus contemporáneos, Matilde perseveró y se destacó en sus estudios. El 19 de julio de 1919, obtuvo el título de Licenciada en Medicina, convirtiéndose en una pionera de la educación de las mujeres en Ecuador.

No satisfecha con este logro, Matilde decidió continuar su formación en medicina y se inscribió en la Universidad Central del Ecuador en Quito; donde esta vez sí fue aceptada. En 1921, logró un hito sin precedentes al graduarse como Doctora en Medicina, siendo la primera mujer en obtener este título en Ecuador. Este logro no solo fue una victoria personal, sino que también rompió barreras para las mujeres en la profesión médica, sentando un precedente importante en la historia del Ecuador y en la igualdad de oportunidades para las mujeres en el campo de la medicina.

Tras su graduación, la Dra. Matilde Hidalgo Navarro regresa a su ciudad natal de Loja, donde comienza su ejercicio profesional en medicina. Luego de enfrentarse a múltiples críticas y campañas de desprestigio, toma la decisión de establecerse en Guayaquil, donde trabajaría como médica auxiliar en el Hospital General y la Casa Cuna “Juan Arzube Cordero”. Al poco tiempo, Matilde evidenció la violencia de la masacre de obreros del 15 de noviembre de 1922, de la cual llegaron multitudes de víctimas al Hospital General donde ella laboraba.

Matrimonio

Familia de Matiilde Hidalgo de ProcelEn su juventud, Matilde Hidalgo conoce en las bancas del Colegio Bernardo Valdivieso a Fernando Procel Lafevre, un joven zarumeño de origen francés con quien ella mantendría una cercana amistad y luego enamoramiento. La pareja se separa en 1914 cuando Matilde decide viajar a Quito.

En 1923, el Dr. Fernando Procel Lafevre, con quien Matilde mantiene constante correspondencia, alcanza el cargo de Secretario de la Gobernación de la provincia de El Oro, y con estas nuevas perspectivas profesionales, viaja a Guayaquil a visitar a Matilde y proponerle matrimonio. La pareja contrajo matrimonio en 1923 y se estableció permanentemente en Machala, donde en poco tiempo tuvieron dos hijos, Fernando y Gonzalo Procel Hidalgo. Matilde logró equilibrar su carrera profesional y su vida familiar, demostrando que era posible ser una exitosa médica ecuatoriana y una dedicada esposa y madre.

Derecho al voto

En 1924, Matilde decidió desafiar una vez más las normas sociales de su tiempo al intentar ejercer su derecho al voto. En un acto audaz y sin precedentes, el día 02 de mayo de 1924 Matilde solicitó su inscripción en el registro electoral de la ciudad de Machala para las elecciones de senadores y diputados. Ante la sorpresa y negativa de los presentes, argumentó que cumplía con los requisitos, que en aquel tiempo eran tener 21 años, saber leer y escribir y ser ciudadano en ejercicio y que la Constitución ecuatoriana no excluía explícitamente a las mujeres del derecho al voto, lo que abrió un intenso debate legal y social en el país. Después de una revisión minuciosa, su solicitud fue aceptada por el Consejo de Estado el día 09 de junio de 1924, habilitando a Matilde para participar efectivamente en las elecciones y convirtiéndola en la primera mujer en votar en América Latina.

Este hecho histórico marcó un precedente crucial en la lucha por los derechos políticos de las mujeres en Ecuador y en toda la región. La valiente acción de Matilde generó un movimiento de apoyo y también de controversia, pero finalmente llevó a un cambio significativo en la legislación ecuatoriana. Ecuador se convirtió en el primer país de América Latina en reconocer oficialmente el derecho al voto de las mujeres, gracias a la persistencia y coraje de Matilde Hidalgo. Su ejemplo demostró que el activismo por los derechos de las mujeres podía tener un impacto profundo y duradero en la sociedad.

El efecto del voto de Matilde Hidalgo fue amplio y perdurable. Inspiró a muchas otras mujeres a exigir sus derechos y participar activamente en la vida política de sus comunidades y su país. Además, su logro fue un punto de referencia para el movimiento de sufragio femenino en América Latina, alentando a otros países a reconsiderar y eventualmente modificar sus leyes electorales. La historia de Matilde Hidalgo como la primera mujer votante en América Latina sigue siendo un testimonio del poder de la determinación y el activismo en la búsqueda de la igualdad de oportunidades para las mujeres y los derechos humanos.

Carrera política y activismo

carrera política de Matiilde Hidalgo de ProcelAdemás de su carrera médica y su activismo por el derecho al voto, Matilde Hidalgo de Procel tuvo una destacada carrera política. En 1925, fue elegida como la primera mujer concejala de Machala, donde se enfocó en la promoción de políticas de salud y educación. En 1936, Matilde fue nombrada vicepresidenta del Concejo de Machala, siendo nuevamente la primera mujer en ocupar este cargo. Más tarde, en 1941, fue designada diputada suplente por la provincia de Loja para el Congreso Nacional, convirtiéndose en la primera congresista del Ecuador elegida por votación popular.

Durante su tiempo en la política, Matilde trabajó incansablemente para mejorar las condiciones de vida de mujeres y niños ecuatorianos, promoviendo cambios legislativos que favorecieran la igualdad de derechos y el acceso a la educación y la salud. Su compromiso con el activismo por los derechos de las mujeres y su trabajo en el ámbito político establecieron un importante precedente para la participación de las mujeres en la política ecuatoriana.

El legado de Matilde Hidalgo en el ámbito social también es significativo. Como médica y política, utilizó su posición para abogar por mejores condiciones de salud y acceso a servicios médicos para todos, especialmente para las mujeres y los niños. A la cabeza de la oficina de Machala de la Asistencia Publica, en 1927 instala el primer consultorio popular gratuito en esa ciudad y se dedica a procurar restablecer las estructuras físicas de los hospitales de su provincia. Implementó programas de salud pública y fue una ferviente defensora de la educación de las mujeres en Ecuador, dando su aporte de maestra y guía en varias instituciones educativas.

Legado y reconocimientos

El legado de Matilde Hidalgo de Procel ha sido ampliamente reconocido tanto en Ecuador como en toda América Latina. A lo largo de su vida, Matilde recibió múltiples distinciones por sus contribuciones a la medicina, la política y los derechos de las mujeres. En 1956, recibió la Medalla al Mérito del Trabajo por su destacada labor en beneficio de la salud pública. En 1966, fue galardonada con la Medalla de Oro al Mérito por el Consejo Nacional de Mujeres del Ecuador. En 1971, el gobierno ecuatoriano le otorgó la Condecoración al Mérito de la Salud Pública, reconociendo su incansable labor en el ámbito de la salud. Poco antes de su fallecimiento en 1974, fue honrada con la Medalla al Mérito Cultural, destacando su papel fundamental como médica, política y activista. En 1989, al cumplirse el centenario de su nacimiento, el Congreso Nacional expide un Acuerdo, recomendando la creación de la Orden Nacional al Mérito, Matilde Hidalgo de Procel, para honrar a las mujeres más destacadas del Ecuador.

Como conmemoración, su imagen se encuentra presente tanto en el pasaporte ecuatoriano, como en la moneda fraccionaria de 50 centavos. Además, como homenaje, la sede principal del Consejo Nacional Electoral lleva su nombre, así como el salón de conferencias de la vicepresidencia de la República. Estas condecoraciones reflejan el profundo impacto de sus logros y su dedicación a mejorar la sociedad ecuatoriana.

Vida literaria

Matilde Hidalgo de Procel también cultivó una profunda pasión por la literatura. Durante su vida, escribió numerosos poemas y ensayos, utilizando su talento literario para expresar sus pensamientos sobre la fe, justicia, igualdad y su vida sentimental. Aunque su trabajo literario no fue tan ampliamente reconocido como sus logros en otros campos, sus escritos proporcionan una valiosa perspectiva sobre sus experiencias y convicciones personales.
Matilde también contribuyó a la prensa local con artículos y ensayos que abordaban temas de salud pública, educación y derechos civiles. Su capacidad para combinar su vocación social y médica con su pasión por la literatura demuestra su versatilidad y su dedicación a múltiples formas de servicio público. La obra literaria de Matilde Hidalgo de Procel sigue siendo una parte importante de su legado, ofreciendo un vistazo íntimo a su mente y corazón.

Matilde Hidalgo primeros niveles educativosMatilde Hidalgo de Procel nació el 29 de septiembre de 1889 en Loja, Ecuador, en una familia humilde. Su madre, Carmen Navarro, quedó viuda poco antes del nacimiento de Matilde, lo que la llevó a asumir la responsabilidad de criar a sus seis hijos sola. Desde temprana edad, Matilde mostró una gran curiosidad intelectual y un deseo de aprender, algo desafiante para las niñas de su época, quienes generalmente estaban destinadas a labores domésticas y al cuidado del hogar. La determinación y el apoyo inquebrantable de su madre fueron fundamentales para su educación temprana.

Matilde ingresó a la escuela primaria en Loja, donde destacó por su inteligencia y dedicación. Gracias a su buen comportamiento y gran capacidad intelectual, fue escogida como auxiliar de enfermería para ayudar a las monjas a asistir a los enfermos en el Hospital de la Caridad. Seguramente su voluntariado en el Hospital fue determinante en su vocación para convertirse en médica. Al finalizar la primaria, desafiando las normas sociales y culturales de la época, su deseo de continuar sus estudios se encontró con una barrera: la educación secundaria estaba reservada exclusivamente para varones. Matilde, con el apoyo de su familia, solicitó admisión al Colegio Bernardo Valdivieso, una prestigiosa institución educativa para hombres. A pesar de la oposición inicial y el escepticismo de la comunidad, su solicitud fue aceptada, y el 8 de octubre de 1913, Matilde se convirtió en la primera mujer en obtener el título de Bachiller en Ecuador.

Matilde Hidalgo legado

La historia de Matilde Hidalgo continúa inspirando a nuevas generaciones. Varias instituciones educativas y médicas llevan su nombre, perpetuando su memoria y sus contribuciones. Entre ellas se encuentran la Unidad Educativa Matilde Hidalgo de Procel en Loja y el Hospital Matilde Hidalgo de Procel en Guayaquil, ambos establecidos para honrar su legado en educación y salud. Su vida y logros han sido objeto de numerosos estudios, libros y documentales, que celebran su papel como pionera en la lucha por los derechos de las mujeres en Ecuador y América Latina. Su legado sigue siendo una fuente de inspiración para aquellos que buscan promover la igualdad, la justicia y los derechos humanos. La influencia de Matilde Hidalgo de Procel se siente aún hoy, recordándonos la importancia de luchar por un mundo más justo e igualitario.